Los talibanes solicitaron este martes el apoyo de la comunidad internacional para poder reactivar una economía golpeada por dos décadas de conflicto y muy dependiente de la ayuda exterior, que ha disminuido drásticamente desde su llegada al poder este mes y que ahora se enfrenta a nuevos retos con la retirada total la pasada medianoche de las tropas estadounidenses.
«Todos los inversores, nacionales y extranjeros: invito a todos a que vengan e inviertan en Afganistán. Habrá una atmósfera positiva, sus inversiones estarán en buenas manos. El país será estable y seguro», afirmó en un acto en Kabul con motivo de la retirada de E el principal portavoz talibán, Zabihulla Mujahid.
El portavoz remarcó que uno de los principales objetivos tras la «victoria» es la reconstrucción del país, y para ello enfatizó que se debe mantener la confianza de la comunidad internacional y que cualquier ayuda que se brinde a Afganistán deberá «dirigirse por los canales adecuados» para garantizar su buen uso.
«Esto es una necesidad. Debemos mantener la confianza de la comunidad internacional para poder atraer inversiones extranjeras a Afganistán. Debemos poner a disposición de todos los inversores que estén dispuestos a venir e invertir en nuestro país un ambiente sano, estable y seguro», insistió Mujahid.
Tras la obtención de la «independencia política» es necesaria ahora una «independencia económica», y para ello será fundamental, dijo, la «unidad nacional» para que se reactive la economía, con el apoyo también de todos los profesionales cualificados del país.
«Nosotros, el pueblo afgano, somos como un cuerpo humano, y todos los afganos somos parte de ese cuerpo (…) Todas las partes, facciones y tribus afganas estarán representadas en el Gobierno. Deseamos seguir viendo nuestro país libre e independiente», subrayó.
Las declaraciones del portavoz talibán se producen en un momento de gran incertidumbre en Afganistán, después de que su llegada al poder y la retirada de las tropas extranjeras del país haya supuesto el corte de gran parte de los fondos internacionales, a la espera de que el nuevo régimen se gane el apoyo de la comunidad global.
Para ello deberán garantizar el respeto a los derechos humanos, en especial los de las mujeres y las minorías, evitar represalias, apoyar la salida del país de todo afgano o extranjero que cuente con los documentos necesarios o evitar que el territorio afgano se convierta de nuevo en un santuario de grupos terroristas.
Incluso Estados Unidos no descartó este martes conceder ayuda en el largo plazo a los talibanes, aunque por el momento seguirá proporcionando asistencia humanitaria a los afganos a través de instituciones internacionales y ONG.
Con información de EFE