A pesar de la acelerada transformación de la industria cinematográfica con la llegada de las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, el trabajo de los cineastas mexicanos sigue destacando; su talento y capacidad son reconocidos en el ámbito mundial.
Para el productor y profesor de la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM, Armando Casas Pérez, las renovadas formas de hacer cine no han impedido que, en el universo de los Premios Óscar, prácticamente en todas las ediciones sea nominado, al menos, un mexicano.
Este es el galardón más importante de esta industria en el orbe. Los cineastas de nuestra nación son bien vistos por sus pares, porque saben hacer buen cine, afirmó en entrevista el también presidente de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC).
En esta edición 96 de los Premios Óscar, a realizarse el próximo 10 de marzo en Los Ángeles, California, la representación mexicana le corresponde a Rodrigo Prieto, nominado en la categoría a mejor fotografía por su trabajo en la cinta Killers of the Flower Monn (Los Asesinos de la Luna), del director Martin Scorsese.
“Se ha vuelto el fotógrafo de cabecera, nada más y nada menos que de Martin Scorsese, un director de culto con quien también ya ha estado nominado previamente por dos películas: Silencio y El Irlandés; y ahora una nominación muy merecida”.
Recordó que Rodrigo Prieto también fue el director de fotografía de la película Barbie, la cual visualmente es distinta a Los Asesinos de la Luna, pues la fotografía es más notoria y vivaz, realizada en colores rosa y pastel. Estuvo a punto de ser nominada y hubiera sido interesante, pues lo habría llevado a competir contra sí mismo.
Estudió en el Centro de Capacitación Cinematográfica; sus primeros trabajos fueron en publicidad en televisión, pero su aproximación al cine la tuvo con Alfonso Cuarón y Emmanuel Lubezki, quienes lo invitaron a laborar en la película Solo con tu pareja (1991).
Años más tarde en Amores Perros, de Alejandro González Iñárritu, su carrera se catapultó hasta posicionarse como uno de los cinematógrafos elegidos de grandes cineastas como Spike Lee, Oliver Stone y Pedro Almodóvar.