El líder norcoreano, Kim Jong-un, ha dicho que su país seguirá desarrollando “medios de ataque poderosos” para fortalecer la defensa nacional durante un evento para celebrar el reciente lanzamiento de un misil balístico intercontinental (ICBM), informaron hoy medios estatales.
Como ya sucedió tras anteriores lanzamientos de ICBM, Kim se tomó una foto multitudinaria con todo el personal que participó en el desarrollo y pruebas del misil lanzado el pasado jueves, el cual logró el mejor alcance de un proyectil norcoreano hasta ahora.
Durante el acto, celebrado el fin de semana en Pionyang, Kim “expresó una vez más la voluntad de nuestro partido de construir fuertes capacidades de defensa para defender la seguridad y el futuro de nuestro país y pueblo mediante una fuerza estratégica más firme, más perfecta y más fuerte”, según la agencia KCNA.
Kim añadió que “en el sentido estricto de la palabra, las capacidades de defensa significan precisamente unas poderosas capacidades de ataque”.
El líder norcoreano se comprometió a “seguir conquistando las metas en la construcción de la defensa nacional y a desarrollar medios de ataque mucho más poderosos para equipar al ejército”.
En el acto estuvieron presentes Kim Jong-sik y Jang Chang-ha, dos de las principales figuras en el desarrollo de los misiles más sofisticados del régimen.
Tras la foto, “el Comité Central del Partido de los Trabajadores ofreció una recepción a los oficiales, científicos, técnicos y trabajadores que contribuyeron al exitoso lanzamiento de prueba del nuevo tipo de ICBM Hwasong-17“, dice KCNA.
Corea del Norte asegura haber lanzado el pasado jueves por primera vez el Hwasong-17, un misil que presentó en 2020 y que supuestamente tiene un alcance de 15.000 kilómetros, aunque muchos analistas han hallado incongruencias en esta afirmación basándose en las imágenes que Corea del Norte publicó del lanzamiento.
El domingo fuentes militares surcoreanas anónimas citadas por la agencia Yonhap afirmaron que, basándose en la estela de calor captada por los satélites, lo disparado el jueves por Corea del Norte no sería un Hwasong-17, sino posiblemente una versión mejorada del Hwasong-15, un ICBM que Pionyang probó con éxito en 2017.
En cualquier caso, los expertos coinciden en señalar que, independientemente del tipo de misil, el último lanzamiento norcoreano envía un mensaje claro por parte de Pionyang, que ahora mismo se muestra indispuesto a dialogar y está volcado en fortalecer cada vez más sus activos de disuasión nuclear.
Con información de EFE