A partir de una denuncia realizada por las boxeadoras mexicanas Brianda Cruz y Esmeralda Falcón, mediante las redes sociales, acusaron a las jugadoras de la Selección de Softbol de tirar sus uniformes a la basura.
Es increíble, como a pesar de que pidieron que todo México las apoyara y lo consiguieran, den la impresión de que no valoran tanto el uniforme y la bandera que portaron. Según las boxeadoras mexicanas, las integrantes de la Selección Nacional de Softbol Femenil, quienes concluyeron su participación en cuarto lugar, tiraron a la basura de la Villa Olímpica los uniformes con los que jugaron, lo que causo una gran molestia para la mayoría de los atletas y aficionados mexicanos.
La boxeadora Brianda Cruz mediante las redes sociales publicó que “Este uniforme representa años de esfuerzos, sacrificios y lágrimas. Todos los deportistas mexicanos anhelamos portarlo dignamente, y hoy tristemente el equipo mexicano de softbol lo dejó todo en la basura de las villas olímpicas”.
Ningún integrante del equipo de Softbol se ha manifestado al respecto.
Después de toda esta polémica, Rolando Guerrero, presidente de la Federación Mexicana de Futbol, defendió a las jugadoras argumentando que ya no tenían espacio en las maletas y por tal razón, tuvieron que abandonar parte de su equipo y uniformes.
Puesto que, la propia Federación había indicado horas antes que las jugadoras que hayan tirado a la basura sus uniformes no volverán a ser convocadas con la selección.
Medios de comunicación como Mediotiempo pudieron confirmar que un grupo de atletas mexicanos se topo con voluntarios de limpieza en la Villa, quienes llevaban 10 bolsas transparentes de basura en donde se encontraba la indumentaria de las jugadoras de Softbol.
Lo mas curioso de esto, que 14 de 15 de las deportistas que acudieron a Tokio 2020 en el equipo de Softbol son nacidas en Estados Unidos y de padres mexicanos, solamente Stefania Ardillas es mexicana por nacimiento, oriunda de la Ciudad de México.