Con la reforma laboral que permitió la creación de más sindicatos en una misma empresa o en el sector público, se veía como un avance significativo para la libertad sindical, la democracia interna, combate al charrismo y a la corrupción de los líderes, sin embargo, en el caso del gobierno del estado terminó creándose un monstruo de mil cabezas que cuesta muchos millones de pesos para el erario y con muy bajo rendimiento en horas-trabajo y en atención deficiente a la población.
Desde el efímero gobierno de Fausto Zapata Loredo, pasando por Gonzalo Martínez Corbalá, Teófilo Torres Corzo, Horacio Sánchez Unzueta, Fernando Silva Nieto, Fernando Toranzo y hasta llegar a Juan Manuel Carreras, se ha actuado de manera irresponsable, cediendo a las exigencias desmedidas de lideresas sindicales a cambio de encubrimiento mutuo de sus corruptelas y reparto selectico e ilegal de basificaciones cada sexenio.
Del 2014 al 2021 los seis sindicatos con registro han recibido en conjunto más de 135 millones de pesos, siendo el SUTSGE el mayor beneficiado con casi 70 millones de pesos, las cifras oficiales presentan inconsistencias y omisiones de parte de la Oficialía Mayor; y le siguen el SITTGE, el SADTGE, el SERTGE, el SOLTGE y el OTSIGESLP.
“NINA” LARA, LARGO CACICAZGO
El Sindicato Único de Trabajadores al Servicio de Gobierno del Estado de San Luis Potosí (SUTSGE), de Bernardina Lara Argüelles, dejó de ser el “único” por la reforma, pero se mantiene como el sindicato hegemónico, conserva la titularidad del contrato colectivo y es el más oneroso para las finanzas estatales.
Ha sido un largo cacicazgo tolerado y auspiciado por gobernadores que han rayado en la incompetencia y la complicidad, ella no le rinde cuentas a nadie, su base de afiliados le rinden culto y se someten a sus designios, controla el sindicato desde 1991, tiene ya 30 años como dirigente, lo que la convierte en una charra sindical, ya tiene 73 años de edad y no ha mostrado disposición a promover a nuevos liderazgos, no se quiere jubilar a pesar de sus achaques de salud y nuevos tiempos que vienen.
Como empleada de gobierno tiene la categoría de jefa de departamento, de su grado escolar no se informa nada, ella laboraba en la Secretaría de Finanzas y representa a unos cinco mil trabajadores.
De acuerdo a un reporte financiero, de apoyos directos el SUTSGE recibió en el 2014 2,532,525.00 por las celebraciones del día del padre, de la madre, del niño, día de reyes; apoyo a campamento, aniversario (del sindicato), regalos de Navidad, festejo del servidor público y mejor trabajador.
En el 2015, ya con Juan Manuel Carreras en el gobierno el apoyo económico tuvo un incremento estratosférico, llegó a los 23,083,938.68; en el 2016 fue de 11,696,564.84; en el 2017 fue de 13,536,120.32; en el 2018 tuvo un ligero descenso a 10,584,007.20; en el 2019 siguió a la baja con 7,795,493.55.
En el reporte referido se omiten los datos del 2020 y en este 2021 el SUTSGE aparece en blanco, aparentemente sin haber recibido recursos con el concepto de apoyo, pero en seis años Bernardina Lara habría recibido 69 millones de pesos 228 mil pesos, de los cuales no hay constancia de una aplicación legal y transparente, impera la discrecionalidad.
La cantidad puede ser mayor debido a que hay un claro ocultamiento de datos de parte de la Oficialía Mayor del Gobierno del Estado.
“LA PACA”, LA GRAN DECEPCIÓN
Francisca Reséndiz Lara cuando llegó proveniente de Ciudad Valles era una mujer muy humilde, de origen indígena, punzada por la pobreza y las ansias de superación ingresó de empleada de bajo nivel al gobierno estatal, pronto se interesó por el trabajo sindical en el SUTSGE y vio que no podía hacer nada frente al poder de Bernardina Lara, se volvió disidente, se acercó al abogado socialista José Enrique González Ruiz, al periodista de izquierda Julio Hernández López y al notario navista Eduardo Martínez Benavente, quienes le dieron asesoría jurídica, política y apoyos diversos.
Gracias a estos tres personajes la “Paca” Reséndiz logró crecer como líder con protestas, plantones en la Plaza de Armas y Casa de Gobierno, los enfrentamientos directos con el entonces gobernador Marcelo de los Santos le dieron una imagen de redentora y perseguida por su lucha sindical.
Ella fue la primera que logró crear un nuevo sindicato de la burocracia con la reforma laboral que permitió la existencia de más organizaciones sindicales, el Sindicato Independiente de Trabajadores y Trabajadoras de Gobierno del Estado (SITTGE), le hizo el primer boquete al dinosaurio del SUTSGE, con el paso de los años Reséndiz Lara terminó haciendo exactamente lo mismo e incluso hasta peor que Bernardina Lara, porque valiéndose de un discurso de izquierda y honestidad, se ha eternizado también como dirigente, lleva 21 años en la dirigencia, y se ha enriquecido con las cuotas sindicales y los apoyos del gobierno, ha invertido en negocios, comprado propiedades, se da una vida de burguesa al residir en el fraccionamiento Campestre, es vecina de millonarios, viajes por el mundo, cirugías plásticas y mandó a sus hijas a estudiar al extranjero.
Con licenciatura de economía, a sus 62 años lejos de promover la democracia en el sindicato impuso a un sobrino de dirigente mientras ella se fue en busca de la candidatura al gobierno estatal por Morena, realizó una marcha a la Ciudad de México y no logró nada, recién creó una asociación civil como una plataforma política.
Siempre a la zaga de Bernardina Lara, recibe menos apoyos del gobierno estatal, nada despreciables para tener apenas 392 afiliados: en el 2014 llegaron a sus arcas 2,532,525.00; en el 2015, 2,509,223.21; en el 2016 recibió 3,033,443.66; en el 2017, 1,906,406.45; en el 2018, 1,753,589.00; en el 2019, 2,458,895.00; en el 2020 y 2021 también aparece en blanco como si no hubiera recibido nada. En total, en estos años Reséndiz fue beneficiada con el pretexto de apoyar a sus afiliados con 14 millones de pesos 194 mil pesos.
LAS OTRAS CABEZAS DEL MONSTRUO
El Sindicato Autónomo Democrático del Gobierno y el Estado (SADTGE), surgió en el 2000 con Nidia Azucena Morales Manzano, ya con antecedentes familiares de sindicalismo en el gobierno, ella es abogado por la Universidad Tangamanga y en el gobierno alcanzó el nivel de jefa de departamento, tiene mil 350 afiliados, en algunos periodos simula dejar la dirigencia para luego volver como necesaria y única capaz.
De apoyos diversos del gobierno, en el 2014 recibió 6,191,596.84; en el 2015 una cantidad similar, 6,100,859.34, en el 2016 se incrementó a 7,867,899.55; en el 2017, 3,524,048.31; en el 2018, 4,180,203.81; en el 2019, 3,720,132.30; en el 2020 se supone que ni un peso y en este 2021, 589,300.00; para un total de 28, 653, 513 millones de pesos.
El Sindicato Estatal Renovado de Trabajadores de Gobierno del Estado (SERTGE), fue fundado por Bertha Alicia Gutiérrez en el 2008, es abogada por la UVM, tiene 51 años y apenas 263 afiliados. En el 2014 el gobierno le otorgó de apoyos 3,752,694.00; al año siguiente un poco más, 3,871,700.00; en el 2016, 2,290,250.00; en el 2017, 2,327,250.00; en el 2018, 1,927,500.00; en el 2019, 2,367,750.00; el 2020 aparece con cero apoyos, y en el 2021, con 137,400.00; ha recibido en total 16 millones 674 mil 499 pesos.
La Organización de Trabajadores Sindicalizados de las Instituciones de Gobierno del Estado de San Luis Potosí (OTSIGESLP), se fundó en el 2018 por María Elena Treviño Salinas, tiene 54 años, es abogada y cuenta con 58 afiliados. En su primer año de vida recibió 95,580.73; en el 2019, 293,062.23; nada en el 2020 y en este 2021, 48,200.00. Por lo que ha recibido 463 mil 842 pesos.
El Sindicato Organizado Libre, de Trabajadores del Gobierno del Estado (SOLTGE), fundado en el 2014 por María Esther Ruiz Quinta, cobra como jefa de departamento, no muestra estudios y tiene 254 afiliados. En su primer año se llevó 58,001.60; en el 2015, 311,170.00; en el 2016 le mejoró mucho la situación con 1,165,186.98; en el 2017, 1,266,055.56; en el 2018, 1,397,234.98; en el 2019, 1,554,960.00; nada el año pasado y en el actual 137,400.00. Su tajada ha sido de 5 millones 890 mil pesos.
El panorama para el próximo sexenio se presenta muy crítico con las finanzas estatales asfixiadas por la deuda pública estatal que deja el gobernador Juan Manuel Carreras a Ricardo Gallardo Cardona, además de pasivos ocultos que comienzan a descubrirse y una pesada cargada con los apoyos excesivos que reciben los seis sindicatos de burócratas.
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